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• 25 May

Las toallas parecen la tela más limpia que podemos encontrar en nuestra vivienda, ya que en realidad las utilizamos para secar nuestra piel justo después de lavarnos. Si lo pensamos más detenidamente, lo cierto es que detrás de la suavidad y perfume del detergente de nuestras toallas se esconde un verdadero cultivo de bacterias.

La realidad es que las toallas sucias llevan con ellas una gran diversidad de microbios, algunos relacionados directamente con las infecciones  su propagación. En la Universidad de Arizona, el microbiólogo Charles Gerba y su equipo encontraron que el 90% de las toallas de baño tenían bacterias coliformes, mientras que el 14% tenían E.coli. Este estudio es el segundo que se realiza en este ámbito, en el primero se estudiaron las toallas de cocina y se descubrió que había una relación directa entre las bacterias y las veces que se lavaban.

Es realmente difícil identificar que toallas están más o menos limpias, ya que la suciedad y bacterias que tienen no se pueden ver a simple vista. De esta forma, aunque creamos que nuestra toalla está limpia porque huele bien y no vemos suciedad, lo más probable es que necesite una buena limpieza.

También debemos tener en cuenta que no todas las personas se duchan o lavan las manos con la misma dedicación, por lo que si todavía les queda suciedad, lo más probable es que lo traspasen a la toalla. Por otro lado, las toallas suelen estar colgadas en pliegues, que mantienen la humedad, y en lugares oscuros y poco ventilados, lo cual favorece notablemente la creación y reproducción de bacterias.

¿Qué debemos hacer?

Ante todo, debemos tener en cuenta que al pasar dos días usando una misma toalla, lo más seguro es que contenga muchos más gérmenes que el agua que hay dentro de la taza del váter. De esta forma, si lo que queremos el limpiarnos con toallas limpias es recomendable lavarlas una vez cada dos días.

Por otro lado, debemos tener muy en cuenta que las toallas mojadas se deben ventilar con tal de mantenerlas lo más secas posibles, de esta forma, quizá duran algo más de tiempo limpias y sin tener que volver a lavarlas.

Si no es posible lavar las toallas tan a menudo, debemos tener cuidado con la humedad que se crea en ellas y, al menos, limpiarlas más de lo que lo hacemos habitualmente.

Ultrahogar

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