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• 14 Jul

Los suelos de parquet se han convertido en los últimos años en uno de los suelos favoritos de multitud de usuarios que han decidido remodelar los suelos de su casa, apostando por la comodidad, el confort y el aporte estético que este tipo de suelos otorgan a las viviendas que lo incorporan.

Dentro de toda la gama de suelos de parquet, fabricados en distintos tipos de materiales, hay uno que nunca pasará de moda y que por méritos propios es considerado el mejor por la mayoría de usuarios y profesionales del parquet: el parquet natural.

Como su propio nombre indica, es el parquet por antonomasia, el original y natural construido en madera auténtica, a diferencia de muchos de los que se instalan hoy en día que acostumbran a estar construidos en materiales sintéticos.

Y es que este tipo de suelos de madera natural goza de ventajas respecto a sus primos imitadores, potenciando especialmente todas aquellas propiedades que todos conocemos de los suelos laminados.

Los suelos de parquet natural, llenos de ventajas respecto a los sintéticos

Los suelos de parquet natural, por ejemplo, son mucho mejor aislantes térmicos, conservando mucho mejor el calor en invierno y calentándose menos que los suelos de parquet sintético cuando el calor aprieta en verano.

Además de esa apreciable ventaja relativa al confort, el suelo de madera natural es mucho más higiénico, acumulando mucho menos polvo y ácaros que los suelos laminados sintéticos, además de una gran durabilidad frente al resto de competidores.

Y, por último, la ventaja más evidente de todas. Por mucho que los materiales sintéticos y su fabricación haya evolucionado positivamente durante los últimos años, aún les falta mucho para lograr igualar la incomparable belleza estética de la madera natural, realmente incomparable ni asumible por otro tipo de materiales.

En definitiva, el suelo de parquet por excelencia. Clásico, elegante y tremendamente fiable.

sara@onlinevalles.com